Suicidio en Público

“Parece una broma, pero somos inmortales. Lo sé por la negativa, lo sé porque conozco al único mortal.” –Julio Cortázar

(Beba Re Bop- Lionel Hampton) Era suficiente, y suficiente es suficiente. Escribo esta carta a todas las voces, los puños, las guitarras, los mosquitos, los enfermos y los dementes (porque no son lo mismo pero hay que estar demente para ser un enfermo), y a un par de objetos verdes y húmedos. Es suficiente de correr voces por millones de años sin resultado alguno. Suficiente de soltar peces en el río de los días. Suficiente de romper una botella en el unísono. Suficiente de tender mi cama con las manos temblorosas. Suficiente de arrodillarme con las manos abiertas esperando que los destellos de esta ciudad dejen de enceguecerme.
(Summertime- Mile Davis) Necesitaba correr, correrme. Necesitaba soltar, soltarme. Necesitaba romper, romperme. Bueno en fin, ustedes entenderán. Cuando uno deja a un lado el verse como un único en el mundo se tiene que expresar. Ese tiempo, ese nirvana en el que nada pasa. Es difícil explicar, ahora entenderán por qué sugiero las canciones. Esas ganas de ser el único, ese modo de ver, lo/as he llamado o denominado Perspectiva Superior.
(Dissonance #1- Joe Pass) Solamente espero llegar a tal punto de correr sin sentido. Espero no tender mi cama. Espero arrodillarme para después acostarme. Lo espero sentado con las manos cruzadas. Mientras tanto convoco eso que me saca de mi silla, eso que hace que mis dedos duelan, les salgan ampollas, sientan la náusea de Sartre, sientan el compás de cada cotidianidad. Sólo falta decir lo que quiero. Querido Dios, quiero pararme de manos y con mi cara roja gritar palabras, una a una con coincidencia y en desorden.